4 janvier 2007
La amada mia.
Era siempre tan arrolladora que calmaba,
su trajin diario, era una pura armonia,
me recordaba al ruiseñor que cantaba,
y siempre asi, con su excelsa mania.
Fué el simbolo del aliento, el mio,
la rosa que embellecia mi jardin,
la poesia que sale del sereno rio
y de una barca, que paseaba aquel jazmín.
Con un cielo nublado eternamente,
se me pasan los dias y el tiempo,
para mi vivir asi, es peor que la muerte.
He recurrido a la filosofia permanente
y no veo en ella ningún contratiempo,
llevo mejor la vida, al estar más ausente.
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